viernes, 29 de diciembre de 2006

Los peligros del genio dormido

Desde la antigüedad se utilizó el recurso de la metáfora para explicar de forma sencilla situaciones de difícil explicación. Quizás uno de los mayores ejemplos está en las historias que nos narra la literatura árabe, donde nos advierte sobre los peligros de liberar al genio dormido para que nos conceda nuestros deseos. Hay genios buenos, y otros que lo son sólo en apariencia porque, lejos de satisfacer nuestros pedidos, lo harán a su propia manera, dejándonos con las manos vacías.
Habiendo visto como muchos se interesaban por las implicancias de la ratificación del protocolo facultativo del Cedaw, me pregunto..... ¿No estaremos ante la liberación de un genio de éste tipo? Si bien la intención, muy loable por cierto, es la de evitar las diferentes formas de discriminación contra la mujer; ¿no terminaremos discriminando a otro grupo de personas quizás más débiles aún?
Es sólo una idea que se me cruzó por la cabeza. Espero que la ratificación de éste protocolo facultativo, ergo, opcional; traiga mayores posibilidades de realización para las mujeres, mayor respeto a sus derechos inherentes, mayor valoración de su rol en la sociedad.
Sniper

viernes, 24 de noviembre de 2006

Sin apego a la ley, no hay futuro.

En un reportaje publicado por el diario La Nación al Dr. Pedro David, se le preguntó cómo veía el futuro de la Argentina. El entrevistado, en una brillante síntesis alegó "sin apego a la Ley, no hay futuro". Si pensamos por un momento las implicancias de dicha frase, le encontramos toda la profundidad de su significado, ¿puede haber futuro para una sociedad que no respete los derechos básicos de sus ciudadanos? ¿Puede cimentarse una sociedad sobre la base de la preponderancia del derecho de algunas personas sobre el de otras? ¿No va siendo hora de forjar un verdadero Pacto Ciudadano, que contemple los derechos y obligaciones de todos? Es obligación del poder político el gobernar en función de sus ciudadanos, y sus ciudadanos lo son por el sólo hecho de ser personas que habitan un espacio común, sin distinción de credos, razas, ni situaciones particulares. Una verdadera democracia, como estilo de vida, debe ser capaz de contemplar y hacer respetar los derechos de todos. A su vez, todos estamos obligados a respetar el derecho de los demás. Y, precisamente, respetar los derechos de otros implica un ejercicio responsable de la libertad, y un respeto hacia la autoridad; que debe atacar y neutralizar los intentos de vulnerar las libertades de la población. Ahora bien, dentro del conjunto de derechos que deben ser respetados, existen categorías. Sin lugar a dudas el primero y fuente de todos los demás, es el derecho a la vida; es un derecho humano básico que es anterior a todos los otros, indelegable, irrenunciable e imprescriptible. No puede, ni debe ser puesta objeción alguna, ni excepciones que lo releguen, nunca puede ser anterior el derecho a elegir, o el derecho a la propiedad, por sobre el derecho a la vida. Las implicancias de éste concepto son múltiples, desde que el Pacto de San José de Costa Rica fue incorporado a nuestra Constitución Nacional , ya no será posible implantar la pena de muerte, por grave que sea la falta cometida por alguien, bajo ningún punto de vista puede ser castigada o reprimida quitándole la vida en aras de una supuesta protección del cuerpo social. Del mismo modo, establecer categorías de personas, susceptibles de verse privados en sus derechos fundamentales (como las personas por nacer) es igualmente ilegítimo. La libertad tiene límites precisos, respetarlos es la única manera de conservarla y fomentarla. Aboguemos entonces por un respeto a los valores que le den sentido, a las cosas que nos hacen mejor persona. Aún cuando nos sea difícil, nada que haya sido bueno para la sociedad fue fácil de conseguir.