miércoles, 12 de septiembre de 2007

Genocidio por decreto

Por Sniper Urbano
Según reveló Pagina 12 el Ministerio de Salud de la Nación está elaborando una resolución para reglamentar la atención de los abortos “no punibles”. La norma obligaría a las instituciones médicas del sector público, de la seguridad social y de la medicina prepaga. Se permitiría a los profesionales hacer objeción de conciencia, pero toda institución médica tendría que contar con algún profesional que practique abortos. Se ampliarían las causales absolutorias previstas por el Código Penal, con lo que quedaría legalizado el aborto a petición.

El INADI, que preside la abortista María José Lubertino, le había pedido a los ministerios de salud y los poderes legislativos -tanto provinciales como el nacional- la adopción de un “Protocolo para la Atención Sanitaria de Casos de Abortos Legales”. Los primeros en dictar normas al respecto fueron los ministerios de salud de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, y el Concejo Deliberante de Rosario.

La presión del INADI

El 23 de mayo el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, presentó su Recomendación General Nº 2, para la no discriminación en “la atención sanitaria de casos de abortos legales y tratamiento postaborto” (Vid Notivida 445). La Recomendación tiene como anexo una “Propuesta de Protocolo para la Atención sanitaria de casos de abortos legales”, que reinterpreta, tergiversa y amplía las causales absolutorias –no hay abortos legales en nuestro país- contempladas por el Código Penal.

El INADI considera “legal” el aborto cuando el embarazo afecta la salud integral de la mujer, vale decir no sólo cuando pone en riesgo su salud física, sino además cuando pueda perjudicar su salud psíquica o social (por ejemplo cuando la gestante tenga magras condiciones económicas, o el embarazo le provoque depresión, o entorpezca su proyecto de vida) lo que equivale a la legalización irrestricta del aborto.

Fundándose en las consideraciones del Plan Nacional contra la Discriminación (aprobado por Dec. N° 1086/2005 del presidente Kirchner) que “afirma que las altas tasas de muerte por aborto son una expresión lamentable de la discriminación de las mujeres de sectores más pobres” el organismo solicita que los centros de salud públicos, privados y de obras sociales realicen abortos. Recordemos que el mismo Gobierno desmiente con las cifras oficiales “las altas tasas de muerte por aborto” que menciona en el Decreto (Vid Notivida 461).

Los hospitales de Capital Federal, provincia de Buenos Aires y Rosario ya estarían practicando abortos

Los abortos se harían sin intervención de la justicia y sin que trasciendan en los medios, aún cuando la mujer violada no sea discapacitada (Página 12, 10/09/2007).

Recordemos que en provincia de Buenos Aires el “Protocolo de aborto no punible” se incluyó en la Resolución 304/2007 que dictó el 29 de enero el Lic. Claudio Mate Rothgerber, Ministro de Salud de la provincia. Resolución que se mantuvo en secreto hasta el 18 de marzo y que nunca se publicó en el Boletín Oficial (Vid Notivida 433).

El 28 de mayo el Ministro de Salud porteño, Alberto De Micheli, dictó la Resolución 1174/07 con la que aprobó el “Procedimiento para la atención profesional de prácticas de aborto no punibles", publicada en el Boletín Oficial de la C.A.B.A. Nº 2707 del 19/06/2007 (Vid Notivida 446).

El 14 de junio el Concejo Deliberante de Rosario aprobó por unanimidad la ordenanza Nº 8186 que crea el “Protocolo de Atención Integral para la Mujer en Casos de Aborto no punible”, aún no publicada (Vid Notivida 452).

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Fuente: NOTIVIDA, Año VI, nº 465, 12 de septiembre de 2007

3 comentarios:

María Magdalena dijo...

Movilizadora resulta la información que acercaste, Sniper. Y altamente preocupante. ¿Cómo no relacionar estos acontecimientos, pues, con las palabras de San Pío X al condenar la utopía de Le Sillon? ¿Cómo no apelar, entonces, a los párrafos más significativos de tan magnífica Encíclica? ¿Cómo no sentir(nos) hermanados y dolientes ante tanta barbarie e indignidad?. Dejemos, pues, que las palabras de San Pío X se resignifiquen en tanto grito sagrado y estandarte de Fe:

"Se proclaman idealistas irreductibles; que tienen doctrina social propia y principios filosóficos y religiosos propios para reorganizar la Sociedad con un plan nuevo; que se han formado un concepto especial de la dignidad humana, de la libertad, de la justicia y de la fraternidad, y que, para justificar sus sueños sociales apelan al Evangelio interpretado a su modo, y lo que es más grave todavía, a un Cristo desfigurado y disminuido (...) Su sueño consiste en cambiar sus cimientos naturales y tradicionales y en prometer una ciudad futura edificada sobre otros principios que se atreven a declarar más fecundos, más beneficiosos que aquellos sobre los que descansa la actual sociedad cristiana. No, -preciso es recordarlo enérgicamente en estos tiempos de anarquía social e intelectual en que todos sientan plaza de doctores y legisladores-, no se edificará la ciudad de modo distinto de como Dios la edificó; no se edificará la sociedad si la Iglesia no pone los cimientos y dirige los trabajos; no, la civilización no está por inventarse ni la «ciudad» mueva por edificarse en la nubes. Ha existido y existe; es la civilización cristiana, es la «ciudad» católica. No se trata más que de establecerla y restaurarla sin cesar sobre sus fundamentos naturales y divinos contra los ataques, siempre renovados, de la utopía malsana, de la rebeldía y de la impiedad: Omnia instaurare in Christo (...) Le Sillon tiene la noble preocupación de la dignidad humana. Pero esta dignidad la entiende a la manera de ciertos filósofos, de quienes la Iglesia dista mucho de poder alabar (...) Pero más extrañas todavía, espantosas y aflictivas a la vez, son la audacia y levedad de hombres que, llamándose católicos, sueñan con refundir la sociedad en las condiciones dichas y establecer sobre la tierra, por encima de la Iglesia católica, «el reinado de la justicia y del amor», con obreros venidos de todas partes, de todas las religiones o faltos de religión, con creencias o sin ellas, a condición de que olviden lo que los divide, es a saber, sus convicciones religiosas y filosóficas, y de que pongan en común lo que los une, esto es, un generoso idealismo y fuerzas tomadas de donde puedan (...) Asusta ver a los nuevos apóstoles obstinados en hacer cosa mejor con un vago idealismo y las virtudes cívicas. ¿Qué van a producir? ¿Qué es lo que
va a salir de esa colaboración? Una construcción puramente verbalista y quimérica, donde espejearán revueltas y en confusión seductora, las palabras de libertad, justicia, fraternidad y amor, de igualdad y exaltación del hombre, todo ello fundado en la dignidad humana mal entendida; una agitación tumultuosa, estéril para el fin propuesto, provechosa para los agitadores de masas menos utopistas" (Encíclica Notre Charge Apostolique).
Un gran abrazo,
María Magdalena.

María Magdalena dijo...

"Corazón, tente en pie sin doblegarte de la injusta opresión a la insolencia; aunque estoy loco, tengo yo mi arte: "Nam furor saepe fit laesa paciencia"(1). Luchando sin más armas que mi triste corazón contra el mal peor que existe ¿no hago yo nada? Lucho,
sangro y no caigo al suelo. No hago mucho, pero hago más de lo que puedo... Centinela aterido,
no dejo sospechar que estoy herido, ni dejo conocer que tengo miedo... Herido, helado, aguanto la bandera; no deserto la inhóspita trinchera.
Y aunque sé que la muerte me ha podido, estoy de pie y estoy ante ella erguido, marcando el SOS de la brega a un auxilio que no me llegará sino un momento tarde, si es que llega, y que muerto de pie me encontrará... La otra mitad la hará sobre mi tumba otro infeliz, después que yo sucumba... ¡Corazón!, ¡tu mitad se ha hecho ya!", Padre Leonardo Castellani, No hago nada, en Los Papeles de Benjainín Benavides y en El Libro de las Oraciones, (pp. 399 y 385 respectivamente), para todos aquellos que, desde el lugar que Dios Nuestro Señor nos ha asignado, luchamos, vivimos y morimos por Sus Causas.
M. Magdalena

Sniper Urbano dijo...

Que increíble actualidad tienen ambos ¿no?.