sábado, 2 de febrero de 2008

Permitidme tutearos, imbéciles

Por Arturo Perez Reverte
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Por Dios... que parece que este hombre hubiera venido a escribirlo acá...

Anónimo dijo...

Asi es Abracurcix, parece que lo hubiera escrito aca. No solo es coincidencia sino el fruto de nuestra peor herencia hispana. Lamentable lo que transmite con una prosa brillante Perez Reverte. Ojala en Argentina lo leyeran mas.

María Magdalena dijo...

Este artículo no hizo sino adentrarme en Aquello que al leer en el General, leí también en mi vocación al ingresar a Letras, en la UNR., sabiéndome peronista -y enemiga- : "La justicia y la libertad no se regalan. Se conquistan, se defienden y muchas veces hay que morir por ellas".
Pérez Reverte tiene la exacta conciencia de la contemporaneidad que hoy nos atraviesa y nos existe. La noción de futuridad ya se ha desterritorializado y con ella, los despojos de un presente incierto y desmoralizador.
¿La educación argentina está en crisis, reflejo no distorsionado del modelo pedagógico que ha fracasado en nuestra Madre Patria? Sí, ciertamente lo está. De hecho, lo estuvo siempre. La historia, la literatura y hasta los periódicos -hoy hablamos de "mass media"- siempre han sido aquí patrimonio del enemigo -al que aún hoy elijo llamarlo "unitario"-. La historia oficial es escrita ahora -y vaya que ya lo fue!- por los enenmigos: "progres" mimetizados en la falsa pedología -léase "Pedagogía"- que ensalza no ya ideales, ni sueños, ni clamores de libertad, sino "contención", "consenso", "retención", "educar en y para la diversidad", etc, etc, etc.
Todo parece ya perdido: sin la aprehensión de la Fe, es impensable educar. Como tampoco lo es sin la Vocación -vocablo del que reniegan y al que ya han excluído-.
En este contexto, algunos eligen calladamente posicionarse como "tibios"; otros abandonan el campo de batalla y pocos perseveran. Me obstino, como mujer, como peronista que soy -aunque este pronunciamento mío pueda decepcionar(los)- en buscar los intersticios y las flaquezas de quienes atentan contra todo valor; es decir: contra aquellos a quienes elijo llamar "los enemigos".
Voy a transcribir un breve fragmento de algo que alguna vez hice llegar a alguien con el firme propósito de devenirlo en grito. Y en alerta. Porque, después de todo, -desde cada uno de nuestros lugares- aún batallamos con las botas puestas y los sentidos alertas:
" (...) Desde la otra orilla, en las otras trincheras, emerge ya la vacuidad de todo aquello que nuestros enemigos siempre imaginaron idéntico a sí mismo. Por ello, lo que bien puede pensarse compacto, amalgamado, pronto comenzará a fragmentarse, a socavarse, a disolverse, corroído por la memoria de la historia, la verdadera historia. Y esa derrota es tan inevitable para ellos como para nosotros lo es sostener la lacra que nos ha tajado en nuestra propia memoria su insoportable presencia, su hipocresía inconmensurable, la perversa dialéctica de la que se valen.
¿No es necesario, acaso, pensar que los ríos jamás dejan de fluir? ¿No necesitamos reafirmarnos en la Fe de pensar(nos) que, desde el origen mismo de nuestra Patria, los espíritus nobles son aquellos que vencen? Ellos, nuestros enemigos, ¿a qué convicciones recurrirán? ¿Cuál es la Fe que los sostiene? ¿Dónde se halla en ellos la búsqueda de ese Grial que no es sino sed de Patria soberana y libre?
No... No lograrán resistir. Demasiado chirlos en la valentía, subordinados siempre a la banalidad de un futuro que ya saben incierto para sí mismos. Nosotros, en cambio, aprendimos a sobrevivir. Sólo los que creen, como nosotros, conocen la esencia pura, líquida, vivificante de la que está hecha nuestra resistencia.
La paciencia es un arte -no es necesario recurrir a la lectura de El arte de la guerra para saberla en nosotros. No obstante, tarda centurias en ser aprehendida. Y nosotros, a diferencia de ellos, le otorgamos el valor y la textura y el peso exactos a la virtud de la Fe cuando vemos, con espanto y pavor, la ausencia de todo ello en nuestros enemigos. Por eso, sencillamente por eso, venceremos. Dios nos ampare en esta resistencia que ya es batalla diria y salve, con Su Infinita Misericordia, aquellas almas ya perdidas (...)
"VENCEREMOS EN UN AÑO,
O VENCEREMOS EN DIEZ,
PERO VENCEREMOS"
EL GENERAL
Un gran abrazo a todos. Y es una grata celebración para mí reencontrar(me)(los) en los artículos publicados.
María Magdalena

María Magdalena dijo...

´"...Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado..." -Pérez Reverte, último párrafo del artículo aquí publicado-


"¡ESOS ESTÚPIDOS QUE GRITAN! HOY RESULTA QUE ALGUNOS IMBERBES PRETENDEN TENER MÁS MÉRITOS QUE LOS QUE LUCHARON DURANTE VEINTE AÑOS"
- Pronunciamiento del Gral. Juan D. Perón, durante el Acto del 1º de mayo de 1974, refiriéndose así a la Tendencia Revolucionaria, que se integraba con la JP y Montoneros-.

¿Hace falta escribir más?...

Sniper Urbano dijo...

Un saludo a todos, uf! cuanto tiempo!
María Magdalena, ciertamente no hace falta escribir más.

Unknown dijo...

Les transcribo una nota publicada en Infobae el día de hoy:


Otro bochazo masivo
La reprobación generalizada volvió a ocurrir en la Facultad de Astronomía y dejó sin palabras a los docentes universitarios. Cuántos aprobaron y cuál fue el increíble promedio general del alumnado

Los alumnos secundarios que quieren ingresar en cualquier facultad de ciencias exactas, manifiestan serios problemas a la hora de encarar los exámenes de ingreso.

Tal fue el caso de quienes pretendieron -sin éxito, claro- ingresar a la carrera de Astronomía en la Universidad de La Plata. Increíblemente, ninguno de los aspirante logró aprobar la evaluación.

Fueron 41 los alumnos que participaron de la prueba sorpresiva, de los cuales sólo dos alcanzaron a responder bien un total de tres preguntas, sobre un total de 16. Al menos 25 de esos alumnos hicieron todos los ejercicios planteados de forma incorrecta.

"Fue desastroso. Hay chicos que ni intentaron hacer el examen. Firmaron la hoja y entregaron", así calificó el intento de evaluación el secretario Académico de la UNLP, Felipe Wachlin.

Otro de los datos alarmantes, fue el promedio general que sacaron los aspirantes a ingresar a la Facultad de Astronomía y Geofísica. En una escala del 1 al 10, alcanzaron un paupérrimo 0,35.

Wachlin explicó que "el objetivo del curso es que todos los alumnos sepan lo mismo sobre matemática. Por eso es de nivelación", según constató el diario Hoy.

___________________


Les propongo el siguiente ejercicio:
Pongámonos por un momento en los ateridos calzones de la reina Cristina, y propongamos soluciones a este naufragio educativo "al mejor estilo K". Se me ocurren las siguientes:

Opción A: Podríamos hacer que NADIE, absolutamente NADIE hable del tema, y lograr de esta manera que el problema NO EXISTA.

Opción B: Echarle la culpa "A los sectores más rancios de la derecha argentina, que añoran un pasado de secuestros, tortura y muerte que no queremos que vuelva" (Qué macana esto de no poder echarle la culpa al gobierno anterior)

Opción C: Proponer un paquete de medidas tan aparatosas como incoherentes que ni el mismo Giovanni de Lampedusa hubiera podido imaginarlas, anunciarlas con bombos y platillos, y dentro de unos años echarle la culpa a la derecha reaccionaria de haberlas saboteado.

Opción D: Contrato a un experto ecuatoriano (Venezuela ya trae mala prensa)y me compro unos zapatos Louis Vuitton.


mmmmmmmmmmm... la última es demasiado tentadora...


Un saludo a todos.

Anónimo dijo...

Me premito recordar que en Argentina la reforma educativa se copió de la española, y la impuso Alfonsín, el mismo que hoy algunos poderes intentan elevar a la categoría de prócer, que por cierto le queda muy grande.
También les recuerdo que con total hipocrecía Marcos Aguinis pontifica acerca de la educación pública y de su dilecto modelo histórico, el mitrismo cipayo. Pues bien, ese señor fue subsecretario y luego Secretario de Cultura de la Nación, así que tuvo mucho que ver en el desastre educativo, Pero hoy habla como si hubiese desembarcado ayer del tercer anillo de Saturno.
Por si faltan otros deméritos del "Alfnosito", recuerdo que en su gobierno se paralizó el Plan Nuclear, se destrozaron las dos usinas atómicas, por incapacidad manifiesta en las órdenes dadas desde la Secretaría de Energía (Lapeña), se impidió absurdamente realizar un Congreso Mundial de Filosofía en 1983, con financiación asegurada, y en el cual se hubiese podido sacar una declaración muy favorable a Argentina en el tema Malvinas y el Conflicto Austral, y sigue un largo etcétera. ¡No olvidemos tampoco el descalabro económico, con manifiesta incapacidad de gobierno!

CARLOS ANDRÉS ORTIZ